Un hombre desconocido (y del que nunca más se supo), armado solo con su propio cuerpo y de forma pacífica, es capaz de detener una columna de tanques que se dirigen a la Plaza de Tiananmén para aplastar violentamente las protestas democráticas en la República Popular China en 1989.
Si dependiera de mí, este vídeo sería obligatorio en todos los colegios del planeta Tierra.