Tanto esto como las corridas de toros es una "tradición" que personalmente no me gusta un pelo, y no lamentaría para nada que desapareciese.
Sin embargo, muchas veces los activistas antitaurinos son también tan agresivos, que cada vez que les oigo me da ganas de votar en favor de que se mantenga el toreo, sólo por fastidiarles.
Que se haga campaña para que este tipo de cosas se prohiban, perfecto. Y si la campaña se hace sin rebasar ciertos límites, yo seré el primero que votaría a favor. Pero el tipo de ataques feroces que hacen muchas veces los antitaurinos a mí me produce rechazo contra ellos más que contra el toreo.
|