NUNCA es tarde, y cuando digo nunca, es nunca. No hay límite de edad para conocer al primer amor, y menos en el mundo en el que vivimos, la gente se mueve constantemente de un sitio para otro, hay millones de personas y cada vez se pierden más prejuicios sociales.
El único problema que tienen los mayores es esa sensación de "se me ha pasado el arroz". Desde luego, con 26 no se te ha pasado, no lo tienes ni a media cocción, y la facilidad o dificultad para encontrarlo depende: 1) del azar y 2) de la actitud con que te tomes la vida. No digo que ir por la vida con una sonrisa vaya a enamorar a la primera chica que te guste, pero un amargado no atrae a nadie.
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