Ah, me encanta la fuerza de voluntad de que sois capaces algunos. En serio, en ese sentido me dais cierta envidia. Yo soy incapaz de vencer a la tentación si no es cayendo en ella. Me pasa también con el chocolate negro y con las chuches, que aunque sepa que comerlas en exceso me puede sentar mal (ya se sabe: colesterol, grasas saturadas, etc), las devoro siempre que puedo… Supongo que es lo malo de ser hedonista y seguidor acérrimo de la filosofía del carpe diem.
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