Volviendo al tema de los pasaportes falsos, en la mayoría de los aeropuertos en los que he estado, y lo digo por experiencia porque cojo muchos aviones, es de risa.
Esto me recuerda a aquel viaje Gatwick-Alicante donde la turbulencia fue tan fuerte que el piloto tuvo que hacer un descenso de emergencia. Se pasa bastante mal.