Siendo como dices, Amneris, me parece muy difícil que una relación así, pueda funcionar a la larga. Si tu pareja fuera más distante con su familia, la cosa tendría mejor pronóstico, pero siendo una persona que desea integrarse con los suyos, verlos, relacionarse...y que además seguramente desea con todo su corazón que tú formes parte de todo ello...es una bomba de tiempo. Si os plantearais tener hijos, ya sería un infierno. Todo es una faena, pero aunque he visto casos de gente que aguanta años y años esta situación, la relación de pareja se va envenando mucho con este tipo de problemas y situaciones.
Cada caso, no obstante es un mundo. Yo soy una persona que creo que hasta en el amor hay ciertos límites y que se necesitan varios factores además del mero sentimiento para que una relación funcione, por lo que en una situación como la tuya, seguramente me acabaría planteando la relación. Para mí es importante mi pareja, pero esa pareja no nació de una coliflor, viene de un padre y una madre y tener cierta buena relación con ellos me parece esencial. Y detestarlos me preocuparía, pues a fin de cuentas esas personas educaron a mi pareja, y mi pareja probablemente tenga algunos rasgos en común con ellos: y si los detesto, eso significa que tarde o temprano, veré rasgos detestables en mi propio compañero. Uno de ellos podría ser, como en tu historia, que no pusiese límites a los malos gestos de su familia contra mí.
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