Pues una de las lecciones que me ha dado la vida es aprender a no confiar tanto en la gente, a no dar tanto a los demás cuando no sabes si esa persona lo daría por ti. Desde luego he aprendido a que lo mío es mío y lo del otro que sea del otro... Se que es triste pero me he llevado un palo muy grande como para volver a ser tan generosa y espléndida...
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