He aprendido que cuando luchas por un sueño, no todo es color de rosa, hay veces que tienes que estar por un tiempo en un lugar donde no deseas estar, sacrificas, lloras e incluso a veces sientes que te das por vencido.
Pero también en el camino conoces gente que te hace crecer, aprendes tanto, hay instantes que disfrutas y al final resultas fortalecido.
Cuando llega el momento de cosechar los frutos, es inexplicable.
Trabajar para convertir un sueño en realidad es la mejor magia que he experimentado en mi vida.
|