Una de los defectos de los partidos mayoritarios, que Podemos no tiene, o almenos no tan acusadamente, es que está de moda promover a jovencitos guapos o simplemente enchufados ignorantes en vez de a los mejor preparados. Comenzó escandalosamente con Zapatero eligiendo a Aído y Pajín. Susana Díaz también tiene nula experiencia laboral en el sector privado.
Pensé que el PP sería más serio en ese aspecto, pero me equivoqué totalmente: ¿¡una ministra de empleo que, aunque con buenos estudios, nunca trabajó fuera de la política!? Junto a otros 3 ministros que también sólo trabajaron de
funcionarios. Lo de Andalucía no fue mejor: en vez de dar el liderazgo al que estuvo más tiempo batiéndose el cobre, ponen a una carita joven amigo de Arenas, y que también tuvo que decorar su CV.
En IU apuestan también por uno más agraciado físicamente que Cayo Lara. No es que desprecie la preparación de Alberto Garzón, sino que me da la impresión de que un factor importante en la decisión de abrirle el camino al liderazgo es que es agradable de ver a los teleespectadores, como hacen con los tertulianos de TV. Cuando vi en Al Rojo Vivo a Marina Albiol tan guapa, tan bien maquillada, tan progre, casi me enamoro...
No es que en Podemos no haya gente sin preparación ni experiencia, sino que todavía no eligieron a dedo a dirigentes de ese pelaje, porque todavía no entraron en un Gobierno. Pero tras ojear los perfiles de sus candidatos a las europeas, me decepcionó que sean tan poco multidisciplinares: la gran mayoría son politólogos, filósofos, psicólogos. ¡Faltan técnicos que se atrevan a cuadrar las cuentas del Estado!