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Antiguo 31-Jul-2014  
pielcanela
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Soy una chica de Latinoamerica..estudio en una muy buena universidad, y hace unos meses me vine de intercambio a Japón. Ha sido una experiencia maravillosa, y en mi corazon me encuentro profundamente enamorada de Tokyo, sin embargo me temo que hay otra cosa ocupando mi corazón actualmente.
Una de las clases en mi universidad es sobre investigación de barrios. Era la clase que mas entusiasmada me tenía, pero nunca me esperé que me cambiara tanto la vida, en todo sentido. La segunda o tercera clase le ví. Se había inscrito tarde al curso, y llegaba callado, quizas desapercibido para todos, menos para mi. Lo vi tras sus lentes hipster; ojos azules, cabello rubio, estilo cuidadosamente estudiado para parecer relajado. Se me apretó el estomago de inmediato, pero no fue ni por lejos lo peor. Minutos mas tarde tuvimos que presentar una propuesta de investigación a la clase, y entonces sí que me di cuenta que estaba jodida: en perfecto inglés, acento británico, voz suave y masculina, procede a explicarnos su propuesta de investigación, perfectamente articulado y con una claridad pasmante. Para más inri, su propuesta me interesaba de manera personal, era todo lo que siempre había querido hacer.
Por esas cosas del destino, durante el descanso se acerca a preguntarnos a un grupo de amigos si estamos interesados en trabajar con él...lo dudo un segundo, y acabo por decirle que sí , que a mi me interesa. Me da la mano y me sonrie "bienvenida al grupo". En ese momento el grupo eramos solo él y yo, luego se nos unirían dos compañeros más.
En ese punto, en el tren de vuelta a casa, me entero que vive en mi misma residencia, pero que no comparte mucho con el resto de los residentes por estar siempre muy ocupado; dice que siempre se encuentra en su habitacion...viene de europa del norte, de un pais donde la gente se caracteriza por ser tan fría como su clima, y no hablar a menos que sea absolutamente necesario. Ezra, es el nombre, y me felicita por mi excelente pronunciacion cuando lo dice.
Desde ese momento decidí que quería más de él. Me decidí a intentarlo, pero sus palabras eran ciertas, siempre estaba ocupado, en actividades extracurriculares, prácticas de oficina, clases, todo. El punto de inflexión se dio cuando, despues de haber trabajado juntos un día domingo en un encargo de nuestro proyecto grupal, le enfrento y le digo "Eres muy evasivo...siento que es una lastima, porque nunca llegaré a conocerte realmente"....me mira directamente y me dice "entonces tomemonos algo ahora".Con un café de por medio, hablamos por 3 horas, de todo, de la vida y de nuestros paises, rematando con él diciendome que le gusta que le acaricien el cabello. Yo , diligentemente, pasé la última hora de esa conversación con mis manos enterradas en su cabello, acariciando.
Aunque esa conversación fue muy prometedora, los siguientes meses fueron meses en los que, si bien nos veíamos cada semana en clases, y de vez en cuando en la residencia, no pasamos mucho tiempo sustancial juntos. Su frialdad e indeferencia hacían mella en mi persona, y yo sentía que me había puesto una meta imposible. De vez en cuando, brillaba una pequeña luz de esperanza para mi, en la que podiamos volver a hablar por largas horas sin aburrirnos, pero seguia siendo yo la que tenía que seguirlo para que ocurriera.
Sin embargo al segundo mes algo ocurrió. No se que fue, pero mis compañeros tambien lo notaron. Él estaba un poco más abierto, más feliz, solo ocurrió. Y así se comenzó a hacer normal que luego de clases nos quedasemos hablando, por horas, sobre todo y sobre nada.A veces le decia que no queria entretenerlo si él estaba ocupado, y él me decia que estaba intentando decidir si ir a su club de actividades extracurriculares, o quedarse hablando conmigo. Cuando le decia que no queria hacer esa desición más dificil para él, él solo respondía con "entonces hazla más fácil para mi" ...y ahí yo tomaba su mano y lo llevaba a tomar algo y conversar por ahí.
Eventualmente la relación se hizo más cercana. Era normal ya para nosotros trabajar en su habitación a eso de las 11, 12 de la noche, por horas, ya nisiquiera buscabamos areas comunes o públicas para trabajar. Yo me recostaba en su cama, él desde su escritorio, y trabajabamos. En algún momento, no sé cómo, comenzamos a darnos masajes. Yo me sentaba entre sus piernas, ambos en su cama, y dejaba que él deshiciera todos los nudos en mi espalda.
Un día alcanzamos un punto crítico. Fue la primera vez que me enfadé con él...no vale la pena relatar los motivos, pero sencillamente exploté. Despues de meses de perseguirlo, de mensajes mezclados de su parte, exploté, y le dije que nunca nadie me habia hecho sentir más insignificante, más ignorada, que su indiferencia me dolia, y que la razón por la que yo pensaba en este momento que él era un imbecil, era porque mi cariño y mi afecto solo eran problemáticos para él, y él nunca lo apreciaría.Me miró desde su silla, palido como papel, ambos en su habitación a las 11:30 de la noche. Y de pronto lo ví. A mi lado, mirandome directamente con sus ojos azules, me pidió perdon, llorando calladamente. Casi pude sentir el sonido de sus barreras quebrandose. Me dijo que lo sentia mucho, personalmente, por lo que me había hecho este tiempo,y que se daba cuenta que nuestra amistad siempre habia sido muy egoista de su parte, que todo era siempre sobre él.
Pasó una semana desde eso, sin que nos viesemos, hasta que el dia viernes, sin quererlo, nos metimos en otra pelea. Los motivos de esta eran muy superficiales, y me llamó la atención que buscara pelea por algo tan simple. En algún momento, me dice via mensaje de texto que quizas es mejor dejar de lado nuestra amistad. Ahí me di cuenta de que algo extraño había y le pedi que nos juntaramos a conversarlo.
Me llevó a un lugar tranquilo,un camino donde llovia y se podía ver la ciudad y el atardecer. Pensandolo friamente, tendría que haberle besado ahí en ese mismo momento, pero la conversacion fue tan intensa que no me atreví. Me dijo que él no era insensible, que tambien tenia sentimientos y nuestra relacion lo estresaba, porque siempre le estaba ahciendo sentir muchas cosas.Que me odiaba a mi por sentirme insignificante, pero se odiaba más a él mismo pro hacerme sentir de esa forma. Que él se habia hecho cercano de otras personas que ya se habian ido y nunca mas se habian hablado, y quizás así tenia que ser ahora, ya que no era conveniente para nosotros y nos estresaba a ambos, esta relacion, y que, como yo había dicho, yo tenia que aguantar su frialdad y ya no tenía tiempo para esta mierda, asi que quizas era mejor para mi invertir este tiempo que me quedaba y mi esfuerzo en otras cosas más productivas.... Ahí parado, mojandose en la lluvia, tenso y pálido, me pareció más hermoso que nunca, finalmente diciendome lo que él sentia.
Le dije que yo estaba grande para hacer ese tipo de deciciones, y que claramente me hacia sentir cosas hermosas también, no solo cosas malas, y que si yo habia tomado la decision de intentar conocerlo mejor y hacerme más cercana, y seguía aqui al frente de él, entonces claramente para mi valía la pena. Le pregunte que, aun así, si él siempre había sido tan indiferente hacia mi, si no disfrutaba el tiempo que pasabamos juntos, entonces por ké me estaba preguntando a mi?.....solo tenia que dejar de ser mi amigo, no preguntarme.
Me respondió que incluso si él decía o pensaba esto, no era algo que pudiera sencillamente hacer. Que nunca habia sido indiferente hacia mi, siempre le pareci interesante y estaba emocionado de trabajar conmigo, que recordaba esa primera conversacion que tuvimos, y que disfrutaba mucho el tiempo que pasaba conmigo, siempre.
Entonces me rendí, y solo le dije que me abrazara. Fue un abrazo eterno, apretado , en el que sentí que toda su tensión se iba. Suspiraba, decía "oh por dios" ....y temblaba. Como si hubiese estado muy nervioso por mucho tiempo.
Cuando nos separamos le dije que se estaba volviendo muy bueno en esto de los abrazos, y él me dijo que no abrazaba a nadie más de esta manera, solo a mi. Le dije que yo no tenia ningún amigo como él, con nadie más hacía estas cosas. Él me respondió que él tampoco; no tenia ninguna amiga como yo.
Desde ese momento senti que habia algo especial. Cuando nos juntabamos a trabajar las cosas se ponian más y más cercanas. La semana siguiente yo estaba pasando por un momento muy malo con un amigo enfermo, y él me contuvo sin decir una palabra. Solo me abrazó por horas, acarició mi cabello y me dijo que iba a estar bien. En algún momento nos encotnramso a 20 centimetros del otro, pero tras largos momentos de mirarnos, él inevitablemente miraba a otro lado.
Días despues otro masaje, en el que me indicó que me acostara en mi cama, y procedió a sentarse sobre mi mismisimo culo a masajearme la espalda. Minutos despues, yo hice lo mismo.
Así pasan los días, con señales mezcladas, y él nunca hace nada. Ambos hemos tenido citas con otras personas, él usa una aplicación de citas, y yo siento que a veces estoy muy muy enterrada en la friendzone, en especial cuando él habla de las chicas de tinder con las que tiene citas.
Me siento confundida, enamorada, triste, como que nunca pasará nada de verdad, y para peor, se me acaba el tiempo.
Quiero saber, finalmente, si siente algo más por mi, si se da cuenta de lo que pasa, de la tension que hay entre nosotros, o soy solo yo imaginando cosas.

Necesitaba contar mi historia y pedir consejo. No quiero volver a mi país sin haberle por lo menos besado, pero no se cómo hacer que esto ocurra, y no quiero perder o arruinar nuestra amistad por siempre.
 
Antiguo 31-Jul-2014  
Usuario Experto
 
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Me he leído tu historia confiando que en algún momento ocurriría lo inevitable entre un hombre y una mujer, claro, cuando hay atracción.
El hecho de que no haya ocurrido todavía es porque, bien no le atraes como mujer, aunque le guste tu compañía, chica, te tiene ahí tantas horas y a solas...si no se ha lanzado ya a algo más...
Y si tiene citas con otras chicas, todos los hechos indican que eres una muy buena amiga para él, pero nada más.
Se te acaba el tiempo, pero si te lanzas tú puede que consigas una negativa o un buen polvo, pero pierdes un amigo. Aunque es sólo mi opinión.
Piensalo bien y ya nos irás contando.
 
Antiguo 31-Jul-2014  
Usuario Experto
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Bien, él es de un país escandinavo, supongo que sea de Suecia o Finlandia, porque dices que habla correctamente inglés, y los suecos y fineses lo suelen hablar muy bien. Tú eres iberoamericana, y a él le choca que seas una persona demasiado abierta. Esto es muy importante

Los escandinavos se caracterizan por no exteriorizar sus sentimientos. No son como nosotros, su cultura no tiene nada que ver con la nuestra. Imagínate que hasta los alemanes y los holandeses los encuentran demasiado fríos, que ya es decir. Pues a nuestros ojos, como crees que podemos considerarles

Creo que será mejor que olvides la idea de formar pareja con el escandinavo. Él querrá una mujer europea, en especial del Norte de Europa. A ti te conviene otro latinoamericano, y en caso de europeos, un español, un portugués o como muy ajeno un francés o italiano. No te lo recomiendo de ninguna otra nacionalidad europea, porque chocarías con él en muchos detalles
 
Antiguo 31-Jul-2014  
Usuario Experto
 
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Yo se si chocaran o no , dile lo que sientes a ver que sucede , aquí todo el tiempo dicen que el que no arriesga no gana.
 
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