Sólo le veo sentido a esto si Facebook se ha transformado en una inteligencia, a lo Skynet -como han apuntado más arriba-, pero más terrorífica.
Personas que se borran, y que no se van, ni con lejía, ni con salfumán, ni con barridos de lanzallamas. Imaginemos un contacto cero que se transforma en un festival de fotos comprometidas y un "hola, majo, no te librarás de mi, mwahahahahaha". Los entrañables cyborgs armados, las espoletas termonucleares, abren paso a un nuevo género de thriller; mezcla de eterno retorno y deliciosas torturas mentales, en tablet, phablet, pecé.
En breve los ordenadores no se podrán apagar y te transmitiran estados en los sueños, como notificaciones, con sonido de flautas. La peña, a agarrarse los machos.
En Facebook se jactan de que esto es "gratis, pa siempre". Efectivamente, los experimentos sociales y la tortura en sí, es gratuita. Si caralibro nos trolea, a trolear a caralibro, aunque piense la familia, o los ex-compañeros del cole que estamos a las puertas de la locura, en realidad es la clarividencia previa a la desconexión total; la muerte virtual.
|