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Este tipo de hilos me reafirma en la idea de que la sinceridad absoluta en el seno de una pareja resulta a menudo contraproducente. En este caso, sin ir más lejos, si ella no le hubiese dicho nada al novio, éste ahora estaría tranquilo y sin ningún tipo de ralladura. En cambio, el hecho de haber sido sincera con él ha provocado el reconcomio y la intranquilidad que ahora le están corroyendo por dentro. Curioso, desde luego.
Mi opinión es que la chica ha pecado de sinceridad, sólo eso, pero que no ha puesto ningún cuerno al novio, pues en este último caso ni de coña le habría dicho a este último que durmió en la misma habitación con el ex, sino que se habría inventado cualquier otra cosa fácilmente creíble. Esa sinceridad es sin duda la prueba más palpable de su inocencia.
Por otro lado, ¿dormir en la misma habitación de otra persona, sea el ex o sea el obispo de Canterbury, es de verdad una falta de respeto como han dicho algunos por aquí? ¿Por qué? ¿Desde cuándo? ¿A cuento de qué? Porque o he leído mal o aquí sólo se habla de dormir, no de fornicar, ni de planear un asesinato, ni de conspirar para dar un golpe de Estado en algún país caribeño…. Mi estupefacción me ha llevado incluso a mirar en la RAE para tranquilizarme, a ver si se me había pasado algo por alto. Pero no, la definición que da la RAE de dormir es : “ Estar en aquel reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario”. No veo en ello ninguna falta de respeto, la verdad.
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