Supongo que debe ser igual para todos, que después de tiempo aprendemos a olfatear los malos amores.
Los malos amores pueden llegar por distintas vías, desde un trabajo donde te has entregado con el alma y no has sido valorada, hasta una pareja o un amigo a quien le has dedicado tu corazón y tu tiempo.
Cuando era muy joven tuve muchos problemas para comunicarme, pero tal vez por ello era muy capaz de saber si con alguien no valía arriesgarse.
Tal vez gané en comunicación y perdí parte de mis instintos, hasta el momento en que no pude saber si lo que me decían era válido y el problema era mío o si yo tenía algo que hacer conmigo.
Es maravillosa la madurez, porque hoy siento esa sabiduría de cuando es tiempo de soltar lo que no tiene intención de quedarse, si eras el amor de su vida da igual...
Ahora te das cuenta de cuánto significado tiene ese tremendo pedazo de canción que dice:
La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Nadie merece amor sino es capaz de valorar lo que tiene o no es capaz de luchar por lo perdido.
|