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Antiguo 05-Dec-2010  
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Este tema lo voy a dedicar al entretenimiento, a la imaginación y a la originalidad. Se trata de empezar una historia real o imaginaria la cual quien quiera podrá seguir argumentando, seguir el hilo con lo que le plazca, le parezca, se imagine… No hay otro motivo que el de divertirse leyendo y participando, así que animo a todo el que quiera ayudar a seguir esta aventura.

Como he abierto este tema, que menos que poner unas normas para que todos estemos en las mismas condiciones:

1ºcada seguimiento de dicha historia deberá ocupar como máximo unas 20 líneas, como mínimo 5, no seáis tan tacaños de escribir una línea

2ºque tenga coherencia y se entienda

3ºal encontrarnos en un foro de amor, sería conveniente que algo se nombrara relacionado con el tema, pero tampoco nos vamos a empalagar hablando de ello

4ºpuede pasar que dos personas sigan el hilo de un fragmento de la historia y publiquen a la vez, si eso pasara y os parece bien, creo que es lo más justo que se siga el fragmento que antes este publicado

5ºsi en una semana esto va en marcha y las historias tienen su miga, para que no se alarguen, cada semana se empezara una nueva, el domingo a las 00:00 se cerrara y se volverá a empezar otra. Quien haya cerrado la ultima historia, empezara la nueva, si no quiere que lo diga y la empezaremos otro

6ºsi no se siguen las historias, me mandáis a la mierda…
 
Antiguo 05-Dec-2010  
Usuario Experto
 
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Era una noche de invierno, concretamente las 23:00 horas del Miércoles, las calles estaban vacías y se llenaban de una densa niebla. Abigor caminaba por una calle, notaba el frio punzante en su cuerpo y solo tenía ganas de llegar. El sabia a lo que iba y desgraciadamente no era nada bueno.

Le costaba ver el final de las calles y lo único que oía era su propia respiración. Unos largos 20 minutos de caminata le quedaban por las no iluminadas calles de la ciudad, una ciudad caótica, cosmopolita y peligrosa donde el sol se ponía dos días cada cinco.

Y bien, se acerco a la gran puerta, donde en su interior le esperaban y en donde tanto tiempo había planeado que pasaría…
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Toco dos veces la puerta con el puño y noto que la puerta se abria sola, se asomo y vio que todo estaba a oscuras, a escepcion de una pequeña rendija en el suelo por la que salia una tenue luz,
paso sigiloso y cerro la puerta tras el, pronto escucho una voz lejana que provenia del interior del sotano y se aventuro hacia el sonido, bajo las escaleras y presencio como una mujer salia corriendo hacia el interior de lo que parecia una puerta secreta tras la estanteria.
 
Antiguo 05-Dec-2010  
Aguijón
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Lo que siempre temió, pero que era tan irrevocable como los deseos prohibidos.
Aminilda era el deseo prohibido para quien como él, respetaba los férreos códigos de la amistad… de la lealtad… del honor...

Abigor estaba hecho a la vieja usanza, era un nostálgico de tiempos no vividos, admirador impenitente de la noble imagen de su padre… amigo a su vez del padre de Suctor su mejor amigo y el marido de Aminilda.
Agnóstico más que ateo, era sin embargo, un lector de la Biblia a la que hallaba literariamente perfecta. Aunque siempre encontró lo que el consideraba un exceso a la comprensión humana: La historia de David y Betsabé.
Historia que lo enardecía interiormente por la indignidad del Gran Rey, rebajado por su pasión… caído en la más ignominiosa traición hacia el más noble y fiel de sus generales: Urías…

Pero como un susurro diabólico… cuando siendo un adolescente leyó la historia por primera vez, repicaba en su mente unas preguntas que lo estremecían… que lo estremecían de repulsión y voluptuosidad a la vez. ¿Cómo habrá sido aquella mujer…? ¿Que supremo embrujo, que fascinación... desprendía su mirada, su sonrisa, el brillo de su piel?
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Abigor se quedo estupefacto por lo que sus atonitos ojos acabavan de presenciar, y decido seguir esa bella chica tuerta, vizca, cojeando por tener una pierna más corta que la otra, encorbada por su chepa... adentrandose en esa lugubre galeria. Acciono la manivela que se encontraba a pie de candelabro que era el brazo de un gato chino de la suerte tal y como vio a la chica, la estanteria en ese momento se movio emitiendo un sonido que daba dentera hasta la vecina de la casa de al lado que no llevaba puesta su dentadura postiza, y dejo a la vista la misteriosa galeria llena de telarañas y olor fetido como el baño cuando entra Falete despúes de meterse dos platos de alubias. Se dispuso a entrar cuando en el fondo de la galeria se escucho un grito macabro y femenino como los que se escuchan en las rebajas entre marujas luchando por unos zapatos, y se adentro pensando que la chica podria encontrarse en peligro. No tenia miedo aunque se hizo popo en los pantalones, en ese momento solo pensaba en que clase de peligro se veria envuelta la chica y si le ivan a caer mamporros por algún lado...
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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(Espero no haya problemas con el cambio de tiempos y/o personas gramaticales)

...Entré, con algo de preocupación, y esperando que sucediera cualquier cosa. Pero ahí estaba ella, tan ruidosa e inquieta como de costumbre. Nos miramos un rato, con una sensación que gustaba con visitar la alegría de mi mente, pero como quien pasa de una habitación a otra, esta sensación pronto pasó a la pena que a ratos pareciera extrañar. Conversamos un rato, quizás de nosotros, de mi familia, de la suya...y probablemente le pregunté acerca de su estado de ánimo. Pero que importaba todo eso, después de todo, me encontraba hablándole a unos trapos del suelo, a un par de zapatos, y un collar que ella solía usar.

Cómo me gustaría hablar con ella, pero ya no está aquí. El tiempo se la llevó de viaje, quizás a otro país, quizás a otra vida, o quizás a otro hogar...pero no está aquí, no en este lugar donde nos conocimos...

Volví a salir al exterior...
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Abigor se acordó a lo que realmente iba allí, en el exterior le esperaba Badariel, fiel seguidor de los miembros de la reunión que allí se iba a celebrar.

Habiendo olvidado a la bella chica del sótano y algo extrañado los dos se dirigieron hacia el interior de una gran sala. El techo era muy alto, las paredes color camel y en el centro una gran mesa con forma de rombo. Abigor estaba nervioso y Badariel se lo notaba pero no tenía ni la mas mínima preocupación de ello, era un ser sin sangre, malvado.

Badariel lo presento ante tres mujeres y dos hombres. Abigor les miro y pensó preocupado que esas cinco personas eran las que iban a castigarlo por lo que había hecho, eran el orden y la ley en esos tiempos y sus actos no habrían sido en vano…
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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esos actos de perversion y lujuria prohibidos que habia cometido en su pasado quedarian grabados en su piel e incrustados en sus huesos, deseaba volver atras pero ya no habia vuelta de oja, su destino se sello al dar el primer paso dentro de aquella casa, los 5 individuos le miraban atentamente, Abigor sentia como sus miradas se le clavavan como cuchillos en la piel y como una gota de sudor frio caya poco a poco por su cara, no se imaginaba los tormentons que pasaria y el solo tenia una cosa en mente, los pecados que cometio y las consecuencias que aquello conllevaria.

Derrepente sono un crujido a su espalda y todo se torno en oscuridad...
 
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De pronto sintio los muculosos brazos de un hombretón sujetando sus caderas cual preso en la ducha cuando se cae el jabón, de preso con más hambre de carne que el perro un jitano. Sintio como sonreian a su alredeor con risa macabra aquellos hombres que le ivan a dejar el culo como un bebedero patos, el no quiso entregarse a esa pasión y lucho como si le fuese la vida en ello... ya que le iva el culo. Esos hombres le hicieron pagar por todos sus pecados de tal forma que se planteo seriamente meterse a monja, no a cura por no estar rodeado de hombres de nuevo. Penso en retirarse a dedicar su vida a hacer huesos de santo y rezar, en encontrar la fe. Al cabo de los años le volvieron los instintos de hacer fechorias de nuevo queria vengarse de aquellos hombres del mundo, ser más malo que un canapé de wiskas. Estaba dispuesto a hacer pagar... pero se torno temeroso y se cago por la pata abajo en cuanto vio al pozi a la salida del convento tirandole besos...
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Todo resultó una pesadilla, un sueño. Un candelero que desde lo alto cayó sobre su sién fue el responsable. Después de ese trauma Abigor al despertar ya no tenía miedo.

Las tres mujeres comenzaron a realizar preguntas a Abigor ante Badariel y los dos hombres, sentados en la gran mesa con forma de rombo. Se trataba de un juicio importante ya que el porvenir de la ciudad, hoy decrépita, y de todo el reino, podía ser salvada del ataque de los "Liberales".

La mujer del centro se destapó el pecho y se levantó. Sus senos eran grandes y bien contorneados. Con voz quejosa comenzó a exponer su odio hacia la política de "Los Liberales". El problema de guerra de sexos que surgió a mediados del siglo XXI, cuando a Abigor, el Presidente de Markandia, impuso que las mujeres debían ir con los pechos descubiertos en lugares con techo y calefación.

Aquella mujer era su esposa.
 
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Que fue un sueño y esa percepción era lo que conscientemente tenía grabado. Alguien emitió la historia de aquellas mujeres, de aquellas visiones para ocultar algo más grave. Abigor sólo recordaba una parte de lo sucedido en aquella logia. Quizá el pentotal sódico le hizo borrar aquellas torturas, que lo fueron más a nivel psicológico que físico, y si bien pudieron propasarse sexualmente, no hay conocimiento ni secuelas de ello. Su mente, eso si, cambió para siempre. No se sabía a qué nivel, pero Abirgor guardaba en su casa un rifle con mira telescópica, que ni siquiera el sabía de dónde había salido, una foto y una señal en su cerebro. Una señal que alguien guardaba para ser activada en el momento justo.
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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el rifle y la fotografia de aquel desconocido que no le decia nada seguian guardados en el mueble de su habitacion, sin saber por que, no podia deshacerse de aquel instrumento para el asesinato y de aquella sentencia de muerte (nuestro heroe intuia que antes o despues se convertiria en el brazo ejecutor de un plan trazado a sus espensas) y eso le atormentaba lo indecible.
comenzo por no salir de casa, no querer relacionarse con nadie, se abandono absolutamente y su aspecto se volvio dejado, sucio... habia que cambiar eso, los picores se hacian insoportables. comenzo por darse una ducha, por afeitarse y llegado el momento de arreglar sus manos y uñas recurrio a su estupendo set de manicura...

 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Todos esos lances pasaban por su mente como flashes mientras su esposa exponía el maltrato sicológico que el Presidente de Markandia había impuesto a la población y que había llevado a esa ciudad al caos.

Aún así la fuerza motriz de la aberración de Abigor por dejar a las mujeres semidesnudas todavía era más fuerte que la propia personalidad de Rubika, su mujer. Allí estaba ella exhibiendo todo su frontal anatómico con la mayor naturalidad.

Abigor era consciente de la que se le venía encima. Como ser "Liberal" todo su ejército estaba esperando en la colina adyacente a la ciudad prohibida. Pero las mujeres se habían reforzado y muchos hombres habían sucumbido ante sus poderosos argumentos.

La batalla se presentaba terrible.
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Imposible, aquella mente atormentada y manipulada por las doctrinas de Paulov* de forma artificial, aquel cuerpo desnudo y olvidado de la mano de Dios, se debatía entre la locura, la esquizofrenia que provocaban sentimientos encontrados, sentimientos devastadores. Se acordaba de su mujer, mientras, nervioso, arrancaba la mugre de sus uñas con el set de manicura. Aquel hombre perdía por momentos la forma humana y sus facciones denotaban la rabia, la ira, el ostracismo a que se sometía por semanas recordando, no se sabe si en veras o de forma onírica aquel imperio, aquella necesidad de salir a batirse el cobre con su ejército. "Si, los Liberales me esperan, yo soy su mesías, me esperan..."decía entre dientes mientra se balanceaba en una cama desvencijada y con la mirada perdida.

http://es.wikipedia.org/wiki/Iv%C3%A1n_P%C3%A1vlov
 
Antiguo 05-Dec-2010  
Desde el invierno
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Fundido a negro.

El viento helado azota el pelo de Abigor. La escarcha rodea la azotea donde se cobija, sobre una manta de arpillera. Sus manos enguantadas en fino cuero. No recuerda como ha llegado alli. Seis proyectiles de fusil aguardan, como soldaditos de plomo alineados perfectamente sobre la manta. El tacto de la culata de nogal del rifle, donde hay un oso polar grabado, es suave y duro, como el reproche de un amante. Mira sin ver, y sus manos, diestras en un oficio que a su mente le es ajeno, bailan sobre el mecanismo del arma, abatiendo el cierre hacia atras.

Ka-Clak!, suena el cerrojo, dejando la ventana abierta para la introduccion de un cartucho. La nieve se va arremolinando en copos crujientes que van cubriendole lentamente. A lo lejos ve dorados minaretes rematados con rojas estrellas, y gente afanosa envuelta en gruesos abrigos pululando por las calles. El esta mirando a un amplio cortejo de soldados vestidos de artico gris, con gorras de piel, que escoltan un coche oficial con banderas rojas y doradas en el capo.

Abigor mira el proyectil con ojos que no son suyos. Ve como sus dedos envueltos en el suave cuero hacen girar el laton del cartucho para que la luz incida en el, y tiene una vision del reflejo de su sonrisa...Una sonrisa afilada, ajena, inhumanamente desprovista de humor. Sus dedos, con esa destreza desacostumbrada introducen habilmente la capsula dentro del fusil, y con un rapido movimiento de muñeca, lo montan.

Ka-Clak!. Hay algo tranquilizador en el sonido del cierre asentandose sobre la recamara, algo de magico en el percutor a punto de saltar sobre el fulminante, como un zorro sobre su presa. Su cuerpo empieza una doctrina aprendida (pero donde?), poco a poco la respiracion se habitua, se va haciendo mas y mas tenue, mientras el cuerpo se va relajando. Su mano no tiembla, su pulso es una roca, sus ojos son de acero afilado, ojos de bombardero, ojos de asesino.

Su aguda vision es aumentada mas diez veces por la optica alemana del visor, un magnifico Zeiss montado sobre un fusil Sako especialmente diseñado. Un arma de precision, una obra de arte, un trozo de suave y fria muerte acomodado entre sus manos enguantadas y el acolchado hueco de su hombro. Esta tranquilo, en paz, su verdadero yo grita, pero su cuerpo parece ignorarlo. Una pregunta flota en el ambiente...por que?.

Todo se despeja entre la multitud de rostros. Hay un hombre abrigado con pieles de oso, sobre un coche abierto, saludado por la multitud, que lo jalea victoriosamente. El hombre tiene el mando en la voz, y en el semblante, un lider, un señor, un amo de masas, pero esta asustado. Con esa intimidad que solo puede tener un amante o un francotirador, Abigor ve las bolsas de preocupacion bajo sus ojos, ve el menton mal rasurado, y el enrojecimiento de una mirada que lleva noches sin dormir, esperando. Esperando...Esperandome a mi?.

Un trueno parte el silencio en mil pedazos. La sacudida del fusil en el hombro es devastadoramente potente, si poseyeramos la vista del cefiro podriamos ver el magro proyectil de plomo y laton volando en espiral, con su letal interior de mercurio esperando para expandirse y destrozar avidamente la carne de su victima. Por fin, una fina niebla roja de sangre y fragmentos de hueso inunda el visor de Abigor, sea quien sea, ha caido, sea quien sea, ha muerto. Una fria voz, que no es la suya responde "Estupidosoy ha muerto"...
 
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Sí. Las mujeres se rebelaron. No admitían tanta humillación y Abigor, por contra, sabía que su poder bélico era mayor. Sólo el amor que una vez sintió por su mujer Rubika podría atenuar la sed de sangre.

Las dos mujeres que acompañaban a su esposa se despojaron igualmente de la blusa y sus hermosos senos resplandecieron ante los allí presentes. Bajo la consigna "la leche materna" las mujeres al unísono dieron la señal para que sus camaradas asaltaran la ciudad. Multitud de féminas con los senos rebotando aparecieron desde varios flancos armadas con misiles tierra aire y antitanques. Todo parecía que estaba perdido para los Liberales.

Abigor, que no paraba de comerse las uñas sarnosas, hizo una mueca perversa. Bastaba que encendiese un pitillo para que un espía diera la señal a los suyos. Cogió el mechero y cuando el pulgar comenzó a hacer el gesto de rasqueo un murciélago depositó sus excrementos en su nariz.

Esto le hizo recordar como conoció a Rubika, y quedó en suspense.
 
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Una milésima de segundo hubiese bastado para generar la mayor ofensiva jamás vista en Markandia. La magnitud del ataque hubiese sido tal, que es improbable que hubiese quedado nada en pie de la sufrida cuidad. Pero ese mamífero, para muchos repugnante, cambió el designio de todos los habitantes, ya que a los dos segundos del momento aquel crucial, sonó el teléfono de una sala contigua a donde se encontraba nuestro protagonista. Un sonido agudo, insoportable al oído humano salió del auricular. El rostro de Abigor cambió totalmente. Pareció salir del estado semi-vegetal en que se encontraba, se aseó y vistió en un tiempo record y acudió al cajón donde se encontraba su equipo de francotirador, en un maletín negro. Acto seguido, y a toda prisa, salió a la calle con intenciones certeras.
 
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La llamada era de la operadora Vodafone que quería cambiarle la tarifa. Esto le sulfuró sobre manera que olvidó a Rubika, las tetas y todos los estatutos de su gobierno para buscar con su automóvil-radar la base de la centralita de Vodafone.

Mientras cargaba el rifle de francotirador y una vez encontrada la oficina y la secretaria que le avisó se apostó en la terraza de la fachada de enfrente, o lo que quedaba de ella tras su largo mandato destructivo.

Apuntó y, diantre! se trataba de la hermana de Rubika.

Dudó varios segundos y disparó sin piedad.
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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Cogió el maletín negro y salió a prisa con unas intenciones pendientes que guardaba en el bolsillo de la chaqueta, una foto, un plan y una posible muerte en el intento. Sabía a lo que se enfrentaba pero era fuerte y fiel a sus principios.

Se puso enfrente de su ejército y dio señales de un pronto combate contra los llamados utilitaristas, a su mando estaba Adara, una mujer virgen y bella, con fuerzas sobrenaturales contra las que no se podía luchar, solo contra su ejército. La única forma posible para matar a aquella divinidad, era haciendo desaparecer su virginidad y nadie, en el paso de los tiempos y de sus 3589 años, había osado hacerlo.

Si lograba conseguir matar a Adara, el sol se volvería a poner todos los días y los liberales conseguirían subir al poder sin ningún tipo de presión por los utilitaristas... miro a su ejercito y les dijo:
 
Antiguo 05-Dec-2010  
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No tengais miedo, pues es solamente una mujer, en la cara de abigor se mostraba el nerviosismo y la duda, sabia que Adara no era tan facil de vencer, y que si queria derrotarla tendria que violarla y eso no seria facil.

A los poco segundos, las tropas liberales de Abigor cayan rapidamente por el poder de Adara y Abigor se estremecia de dolor al haber recibido uno de sus golpes, Adara le agarraba por el cuello riendo y cubierta de sangre, aquello la gustaba y la encendia, en aquel momento beso a abigor mordiendole el labio y bebiendo la sangre del susodicho cuando derrepente...
 
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