Me hiciste daño, y además de manera consciente, sabías que estaba mal lo que hacías y a pesar de ello, lejos de pedir disculpas, te reías.
Hoy, ya completamente superado, decirte que no te guardo ningún rencor, que seas feliz estés con quien estés, y no le hagas a nadie el mismo daño que me hiciste. En este tiempo he aprendido muchísimo de la vida, y de las experiencias pasadas y actuales. Lamento que seamos ahora unos completos desconocidos pese a que tal vez tengamos muchas cosas que contarnos, pero así son las circunstancias, y no queda otra que seguir mirando hacia delante. Sin más, un fuerte abrazo!
|