Hoy te echo mucho de menos.
Hoy tengo ganas de escribirte.
Hoy resisto a duras penas.
Me gustaría contarte cómo me ha ido, preguntarte cómo estás y pedirte que sigamos como si nada hubiera pasado.
Pero no me engaño. Los hechos están ahí, me han dado el mensaje, aunque a veces lo quiera olvidar.
Yo era prescindible en tu vida y lo sigo siendo.
Tú también lo eres en la mía, aunque hoy me acuerde de ti, un día más.
|