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Primero quiero agradecerte porque me mostraste que el amor de pareja no es para mí y así he logrado aprovechar mi tiempo con cosas más productivas y que sí me hacen feliz de verdad.
Definitivamente estoy mejor sola, pero he conocido chicos que no son como tú para nada y también agradezco eso.
Los problemas de salud que tienes ahora no me sorprenden para nada porque siempre llevas mala energía a donde sea que vayas. Aunque te esfuerces por ocultar eso y por agradar a todo el mundo sí o sí, yo te conozco perfectamente. Pero bueno, solamente lo expongo porque creo mucho en la ley de causa y efecto. Jamás me alegro por la desgracia de otras personas. Me caes mal, pero eso es otro tema. Sé que si hasta ahora no has madurado no lo harás nunca y que, en consecuencia, no te vas a dar cuenta de la razón verdadera por la cual te llevaron al hospital: por irresponsable, caprichoso y creído. No fue un accidente. Tú te provocaste eso porque querías impresionar a todo el mundo. Como te importa un carajo el bienestar de las personas, incluso el tuyo propio, era lógico que terminara sucediendo algo como esto.
Me caes mal como cualquier otra persona que me cae mal. No me caes mal porque me hayas hecho daño a mí, sino por cómo eres, por cómo vives tu vida. Y no me digas que no porque sin querer ya me enteré de que si te casaste justito antes de cumplir 30 fue para no parecer un inadaptado. Pues yo prefiero ser una inadaptada y a mucha honra que ser como tú o estar con un chico que sea como tú. Y te aseguro que cuando yo tenga 30 años no voy a estar casada, por mucho que la gente hable. Como ya te dije, me caes mal pero espero que te recuperes y que te vaya bien en la vida porque no voy a perder mi valiosísimo tiempo sintiendo rencor hacia nadie. Además, el resentimiento te ata a la persona por quien lo sientes y tendría que estar loca para querer sguir atada a ti.
"Atada" es la palabra adecuada porque siempre quisiste que yo fuera como una muñequita salida de tu cerrada mente. Siempre trataste de imponerte, de impedirme ser yo misma. El amor no es eso, para que sepas. Y yo tengo derecho a hacer lo que me dé la maldita gana siempre y cuando no perjudique a nadie.
Ya he reconocido que tus actitudes me siguen molestando un poco, pero repito que no es porque haya estado contigo, sino porque cualquier persona que se parezca a ti me provocaría la misma reacción. Te crees perfecto y crees que cualquiera que no sea igual a ti es una mierda. Hay muchas cosas que me desagradan de ti, pero lo peor es lo maquiavélico que eres. Y yo al principio no me daba cuenta porque era demasiado joven, casi un niña.
Yo ya te pedí perdón por si alguna vez te había incomodado del modo que fuera. Y no, por supuesto que no quiero que me ofrezcas una disculpa si no lo vas a hacer sinceramente. Mejor guárdatela porque yo no sacrifico mi orgullo por nadie.
Por último, quería que supieras que si alguna vez sigues pensando que voy a responderte si tratas de comunicarte conmigo, mejor reconsidera, porque si hay algo en lo que soy muy experimentada ese algo sería el contacto cero. Si en dos semanas no te respondí, no lo voy a hacer después de todos estos años. Tampoco te lo tomes como algo personal porque hago lo mismo con todos los chicos del pasado. Así es mejor. No quiero saber nada de ti ni de ellos porque pienso que si ya no están en mi vida, por algo ha de ser.
Ciao y espero que seas feliz, que pronto estés recuperado de tu problema de salud, que no te hagan lo que me hiciste y que no le hagas lo mismo a la chica que por alguna extraña e incomprensible razón aceptó casarse contigo.
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Modo Híbrido
