Escribe algo a tu ex novio/a

cgg86

No sé si llegarás a leer algún día esta carta, o simplemente quedará como un desahogo más, como la enésima lágrima derramada desde que decidiste abandonarme para seguir tu vida por otro camino.

Han pasado ya tres semanas desde que decidiste dejarme, y con la perspectiva que da el tiempo, cada día comprendo menos tu decisión. Cada día tengo más preguntas sin respuesta, más porqués sin contestación, y la sensación de vacío y abandono que has dejado en mi vida me está consumiendo lentamente, día a día, sumiéndome en un pozo de amargura, soledad y desesperación.

Nunca he negado ninguno de los muchos errores que pude cometer mientras duró nuestra relación, no rehuyo de ellos, los asumo, los acepto, e intenté solucionarlos, pero no me dejaste, decías que ya era tarde. Sé que debí darte más, ser más cariñoso contigo en determinados momentos, salir más o prestarte más atención en el día. No me voy a esconder bajo el paño de la excusa. Durante los meses de verano especialmente, no estuve a la altura de lo que me pedías. Sabes que mi cambio no era más que una serie de problemas personales y familiares, que me hicieron desviar mi atención hacia mi trabajo o mi familia, dejándote a ti un poco al margen. Lo sé, y lo siento. Me culpo de no haber sabido encontrar en ti lo que necesitaba en ese momento, me arrepiento de no haber compartido más veces las cosas contigo. Ojalá, como siempre que compartí mis problemas y preocupaciones contigo, hubiera sido capaz de solucionarlos de la manera que tu me decías, "vámonos de fiesta y te olvidas". Ojalá todo en la vida tuviera una simplificación tan sencilla.

Acepté mis errores, y luché por cambiarlos, hice todo lo que estuvo en mi mano por salvar nuestra relación, solucioné mis errores y te prometí que no volvería a dejarte fuera de mis problemas. Pero eso para ti no fue suficiente. No confiaste en mi, y eso duele, duele mucho. Pudiste acusarme de muchas cosas, pero jamás de mentirte o engañarte. Siempre fui sincero y claro contigo, siempre te dije que eras importante para mi, porque lo eras, y detrás de cada te quiero, que te lo decía poco según tú, había un sentimiento de verdad. No por más decirlo, se quiere más, eso deberías haberlo aprendido.

Sin embargo, nada fue suficiente para ti. De la noche a la mañana, me dejas, así, sin más. Me dices que te quieres con otro, y te vas. Por whatsapp, sin dar la cara. Media hora después de hacer planes conmigo para el día siguiente y decirme que me querías. El valor de los te quiero.

Dices que yo me lo he buscado, que yo te perdí, que yo te había desenamorado, que ya te merecías ser feliz, que yo ya no formaba parte de tu vida, que dejarme era lo mejor que habías hecho, que no volverías conmigo, y te atreves a decir por ahí que yo no te quería y no confiaba en ti.

¿Me diste motivos para confiar en ti? ¿De verdad crees que podía confiar en ti? Parece que ya no recuerdas las confidenciales personales que como mi pareja te conté, y posteriormente tu constaste por ahí. Tampoco recuerdas como me engañaste diciéndome que habías cortado todo el contacto con tu antiguo rollo. O tampoco recuerdas como me creí tus absurdas explicaciones después del viaje que te pegaste con tu amiga a la playa. ¿De verdad piensas que me creí esa sarta de mentiras? ¿No te has parado a pensar que si me las "creí" fue porque te quería, y porque quería seguir contigo, a pesar de lo que hicieras en ese viaje?

Ahora te ves feliz, radiante, poderosa. Lo tienes todo. Cómo siempre en la vida, lo has tenido todo. Sales, entras, bebes, vives, vas de viaje, tienes tus "amigos", sigues gastando en ropa, en fiestas...tu plan ideal de vida, lo que a ti te gusta, como siempre decías, que lo bueno gusta a todo el mundo.

Perdóname por intentar hacerte ver que la vida real es otra cosa. Perdóname por no haber tenido la misma vida que tú. Perdóname por intentar en todo momento que maduraras, que aprendieras a saber comportarte en cualquier situación, por preocuparme de la imagen que dabas a los demás. Perdóname por todas las veces que di la cara por ti en el trabajo, cuando con tu ingenuidad te metías en un lío tras otro. Perdóname por intentar hacerte ver que valías mucho por ti misma, y por intentar hacerte creer que tenías que confiar en ti, que podías conseguir por ti misma lo que quisieras. Perdóname por intentar hacerte creer que tu valor iba más allá de ser la niña rica, pija y enchufada, ya que tanto has llorado porque la gente te veía así.

Ahora ya eso no te sirve de nada. Quizás, como dice mi madre, tu lo que querías era un novio como tú, despreocupado, vividor, ingenuo, que se dedique simplemente a vivir y pasarlo bien, lo que a ti te gusta, y eso que ahora tienes.

Ya no me quieres, ahora ya me has olvidado. Sin embargo, sigues sacando tu rencor cada día, haciendo ver a mis amigos lo bien que estás, lo feliz que eres y lo maravillosa que es tu vida desde que me abandonaste, para que luego ellos me lo cuenten a mi. Lo sé, se que eres muy feliz, se que ya no me recuerdas y que dejarme es lo mejor que has hecho en tu vida.

Espero, por tu bien, que la vida no te haga acordarte de mi de la peor manera. Que no te haga pagar tus errores tan caros como me está haciendo pagarlos a mi. Que nunca tengas que acordarte del novio ese "aburrido y pasota" que tuviste, que se preocupaba por ti, e intentaba hacerte mejorar cada día.

Sigue disfrutando tu vida de comodidad y lujo mientras puedas. Si todo sigue siendo así, "amigos" no te faltarán. Sigue demostrando que lo bien que te va todo, lo feliz que eres, y sigue regodeándote en mi dolor y en mi sufrimiento.

Me gustaría que algún día, aunque no lo reconozcas, sepas ver más allá de mis fallos, recuerdes todo lo que hice por ti, y sepas valorar que no por ser menos cariñoso o empalagoso, te quise menos, y tampoco olvides nunca que yo te quise por lo que eres, no por lo que tienes.

Lo peor de toda esta historia para mi, es que escribo el verbo querer en pasado, cuando te sigo queriendo con todas mis fuerzas, y lo único que me hace levantarme cada día es la esperanza de que algún día volverás.

No hay peor tortura que la esperanza.