Bufff, tampoco es que las odiara, pero molestaban bastante...sobre todo te das cuenta cuando esa persona ya no está...
- No le gustaban los días de risas y de hacer el tonto. Solo quería tranquilidad y sosiego después del trabajo. Cualquier momento de gracia, de divertirse, de hacer el payaso para darle un poco de salsa a la vida era demasiado inmaduro según si criterio. Solo cuando le apetecía se podía estar así...
- Siempre su opinión era la correcta, la buena, la acertada...siempre todo lo dicho por su parte era digno de medalla y a lo demás siempre los ponía como un trapo...vamos el victimismo que usaba daba repelús!! (que triste creerse siempre víctima y no hacerse responsable de sus propias acciones). Yo hice cosas mal, por supuesto!! pero gracias a Dios he tenido fuerzas y he aprendido a aceptarlas, afrontar la verdad, perdir perdón y perdonarme por todo lo malo y seguir adelante queriéndome más a mi mismo.
- Nunca creí que fuera tan cobarde por terminar las cosas como las hizo: por teléfono. Se puede ser más miserable por no querer enfrentar la realidad y siempre con una mirada a los ojos??? Lo peor es que durante nuestra historia, yo sabía que ya lo había hecho en otras cuantas ocasiones anteriores...
- Su vida irradiaba tristeza...a pesar de tener una vida desde mi punto de vista muy afortunada, todo estaba mal: el trabajo, el trabajo, el trabajo, el trabajo...no había otra cosa de que hablar. Que aburrimiento de persona!!. Energía negativa que me impregnó... (aléjense de este tipo de personas, te consumen la energía y te hacen sentirte un miserable).
Y bastantes cosas más, que gracias a Dios (y aunque no te das cuenta cuando estás metido dentro) han desaparecido y han mejorado mi calidad de vida enormemente. En una ruptura se pierde, pero creo que se gana más!!
|