Su orgullo desmedido y la mamitis tan fuerte que tenia...era de esos acostumbrados a aue su mama les hiciera todo y esperaba lo mismo de mi...lo que me faltaba....
Después de 4 años sigo sin odiar nada de él.
Pero ya puestos, elijo odiar la forma en que se llenaba la boca con su madurez para luego dejarme de la forma más ruín, miserable e inmadura que he visto.