Yo tuve una ex, que era más lista que el Demonio, sibilinamente y con mucho disimulo, siempre estaba pendiente de que hacía yo, con quien, como, a que hora, donde, porqué y para que...
La verdad es que tenía arte y paciencia de benedictino para ir sacando retales de información hasta completar su cuadro de sospechas, lo hacía "como...quien no quiere la cosa..." era digna de elogio por su perseverancia. No es que fuera celosa...era lo siguiente a ser celosa...
Las conversaciones era como un embudo de esos de plástico, muy anchas en su boca, infinidad de temas, pero a medidas que se iba profundizando, el agujero se estrechaba hasta llegar a su mono- tema favorito..¿que ha hecho mi novio cuando no estaba yo a su lado?....
Y como les pasa a muchas celosas elevadas a la quinta potencia, mis supuestas faltas nunca comprobadas e imposibles de comprobar porque no existían, le llevó a ponerme los cuernos por venganza justificada (según ella)...con tan mala pata que a los pocos días me enteré de su movida por un amigo común y sobre todo, por su extraña actitud, parecía un alma en pena en busca del perdón divino.