No está mal, siempre que no atenten contra la población civil. Lo malo es que por cada jefe islámico derrocado, aparecen 10 en su lugar. Son como la hidra
Sé de sobra que no todos los musulmanes apoyan el fanatismo asesino, pues de lo contrario no cometerían atentados contra la población civil en sus países. Pero cada vez más, muchos ingresan en las filas terroristas. El odio radical a Occidente partió en su momento de Jomeini, en 1979 al llegar al poder en Irán. El resto es historia
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